lunes, 28 de septiembre de 2009

Ddiamondd

En el cuello, llevo el infinito de este y del otro lado.


Ahora ya camino erguida.
Ahora los objetos se elevan hacia lo remoto.
Y encuentro lugares no comunes en lo que me parecía cotidiano.
En este desorden , percibo sensaciones inconexas al caos.
El sueño se interpola a lo real.
Las circunstancias emiten un color blanquiceleste.
Las oportunidades se amontonan para ser elegidas.
Las respuestan son dilucidadas.
El cauteloso espejo refleja una nueva configuración.
Un punto que contiene todos los puntos.
Me encuentro en aquel tiempo fuera del tiempo.


En el cuello, llevo el infinito de este y del otro lado.


Oh! Y no es del todo falaz.


Para Rodolfo.