Cerró el libro de golpe.
- Ya! ¿Por qué no llama?! Por eso estoy así sin saber qué hacer y el maldito reloj que no para su tic-toc.
"Sí, el reloj, representante universal del tiempo, que nunca se detiene, no hablo del reloj. El tiempo es cruel, arrasa con todo, una plaga que no deja de extenderse. Talvez fue mala idea comenzar esta historia, ya lo sabía pero ahí voy de bobeta. Debería encontrar un trabajo y ocupar las horas en algo socialmente productivo. Mañana despertaré temprano y limpiaré la recámara ¡Cuánto polvo hay!...Ni que valiera tanto esta espera, no es justo, ¿Qué tanto estará haciendo? ¿Le habrá pasado algo? No, qué va, no está haciendo nada, lo pensó mejor y se arrepintió; ¿Cómo lo llamó un amigo? Ah sí, depresión postrelación, sí, eso debe ser, no la logró superar, esto es cosa de valientes, ni modo, suerte para la próxima, al fin y al cabo ¿Quién lo necesita? Ni que no hubiera otros en la fila ¡Qué me importa! Pondré una película y se acabó, así el tiempo no es tan maldito, se consume de forma placentera, no se siente ¿Qué menú habrá hoy? ¿Gilliam o Fellini? Gilliam! Es la mejor opción para salir de este mundo. Ja! Él comparado con Gilliam se ve terriblemente reducido, le han despojado su lugar, qué bueno! Era una pérdida, no, no lo vale. Bueno, veamos, ¿En dónde la veré? ¿La sala o la recámara? Ambas tienen..."
[Timbrazo de teléfono]
- ¿Bueno? Nada, qué bueno escucharte, te extrañaba...