domingo, 3 de mayo de 2009

Espiral.

- Orden - Desorden - Orden -


El eterno ir y venir.
La secuencia inalterable.
Esa cadencia de actos.
La vida gira en base a ellos.
Variables: Circunstancias, Intensidad, Cantidad, Causas, Efectos, Velocidad, Tensiones y distensiones...
Una infinidad de variables existen.
Es cierto, al término de cada fase, ha habido un cambio.
Debió de realizarse la metamorfosis, sino para qué sigues.
Cayendo por la espiral no tocarás el mismo punto dos veces.
Nunca el inicio y el final serán exactamente iguales.
Siempre el caos producido es diferente aunque sea en de-ta-lles.
(No olvidemos los de-ta-lles)
Y sin embargo, todo se reduce a ello.

Una cadencia.

Para Cioran el universo sonoro es una onomatopeya de lo inefable, un enigma desplegado.
Para Platón era un reino de las ideas.
Para Schopenhauer el fin último era la ataraxia.
Para Bergman todo podría definirse por una victoria o derrota en el ajedrez.
para Cortázar la rayuela definía estar de un lado o del otro.
Para Nietzsche el pecado del hombre era no alegrarse lo suficiente.
Para Séneca el método para escabullirse de la nefasta realidad era el suicidio.
Para Alicia (en el país de las maravillas) bastaba abrir los ojos y las cosas volverían a ser parte de la insulsa realidad.
Para Bukowski todo giraba en torno a whisky, mujeres y escritos.
Para Kerouac la carretera devolvía la vida.
Para Artaud el problema consistía en aclarar lo que deseamos.
Para Camus el verdadero problema era saber si la vida vale la pena ser vivida.

¿Cuál es la respuesta? Las ideas, el ajedrez, la reyuela, alegrarse, el suicidio, abrir los ojos, el whisky, la carretera, ser objetivos, vivir la vida? Decisión de cada quien. Perspectivas. La luz a través del prisma se fragmenta..

Lo difícil es aguantar. Y sin embargo hay pequeñas cosas como una persona, una cerveza, una droga, una canción, una película, un libro, una caminata, un beso que te producen una sonrisa, un sentimiento agradable, una carcajada, ganas de bailar, ganas de viajar, producen la locura...por muy efímero que sea, eso es por lo que vale la pena continuar.

Ya casi. Ya casi.