lunes, 5 de octubre de 2009

Gotas.

Al ver el carro aproximarse, corrió...algunas veces no se puede eludir lo que ya te tocaba.
Las llantas, a gran velocidad, cruzaron el charco.
Las gotas volaron , formando una parábola y se aplastaron en los jeans y las alpargatas.


¡Gran coraje! Bilis derramada...


Hay quienes se preocupan demasiado por la humedad en sus ropas, en lugar de fijarse en su estatura.
No se dan cuenta que con el agua se encogen.
Y no sólo de los charcos!

Cuando se bañan, su altura es reducida .0001 mm aproximadamente.
Al mojarse debajo de la lluvia, resulta un poco más la porción de masa abstraída.
Con el agua de las tertulias, volviéndose locos con el único propósito de flotar por ahí, sus medidas se acortan.


¡¡Abran los ojos!!


Únicamente lo percibimos al ser viejos...
algunos nunca llegan a notarlo.



2 comentarios:

vicho dijo...

(L)

Gato Pardowski dijo...

Pero que imperdonable descuido! En la próxima asamblea, ambos, estarán primero que nadie, invitados.
Un abrazo...