domingo, 19 de junio de 2011

Tío Beto.

Afuera el verano en pleno y el colibrí sorbiendo el néctar. La vida se te extingue por los ojos igual que el calor de tus manos.

A cada minuto pareciera que estás arrepintiéndote, no hay que pedir perdón. Tú no. Hoy eres el imán del universo, el sol del sistema…una estrella fugaz.

Hombre de mirada intranquila y huesos de cristal, ¿Qué es lo que nos quieres decir? Estate sereno pues ya eres poseedor de un alma purificada y tienes alas para volar…Olvidemos el hierro pulverizándote, olvidemos el suplicio, olvidemos los pesares, olvidemos el dolor.

Hasta la voz te ha abandonado, no obstante tu mujer te está preguntando: ‘¿Necesitas algo, mi amor?’ ¡Qué importa que hayan pasado 50 años! Sin duda, lo más conmovedor.

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