*Un paso y estás dentro.
*Dos pasos, miras tu entorno, descifras circunstancias.
*Tres pasos, notas la impresión material de la diversidad.
*Cuatro pasos, aspiras hondo la mezcla de esencias.
*Cinco pasos, examinas las miradas (miopes, perdidas, cansadas, intensas y fulgurantes, sí, ésa que poseen los niños y que tú desde siempre has preferido).
*Seis pasos, adviertes un par de cristalinos que coinciden en frecuencias.
*Siete pasos, se materializa el contacto directo, ambos existiendo en un punto.
*Ocho pasos, el mismo número de estaciones sin ir ni venir.
*Nueve pasos, derroche de paciencia y sosiego.
*Diez pasos, y los puntos, finalmente, comienzan a reducir la distancia. Conmoción.
*Once pasos, el movimiento fue en falso. Perturbación orgánica.
*Doce pasos, se va faltando poco. Parte de un encuentro efímero.
*Trece pasos, comprendes siguiendo espasmos eléctricos sonoros.
*Catorce pasos, colocas las gafas y vas hacia el otro lado.
*Quince pasos, y estás fuera.
3 comentarios:
Sabes, eres buena. Al menos escribiendo. Un amigo (lo llamo "el compañero poeta") me recomendó tu blog y me ha quedado ese buen sabor de boca similar al que me deja en noches como ésta, el ron.
Gracias! Aunque aun hay mucho que mejorar :) Quién te lo recomendó?
Prefiero el sabor del whisky.
Rodolfo,así se llama.
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