martes, 22 de marzo de 2011

Disociación.

¡Qué tono tan lúgubre tiene este día! El sol en el cenit y mi aliento helado.
Me encuentro en aquel tiempo fuera del tiempo.
¿A dónde se han ido los colores vivos? ¿Por qué nadie nos recordó que existen los azares?
Tú, dormida. Yo, mirándote. Se acrecenta la sensación de un despertar súbito.
Me aferro a mi fe y afirmo: "Ahí estás y no te vas"
¿Por qué tus párpados se rehusan a levantarse? ¿Por qué no quieres ver las estrellas?
Ay, duele; vaya, sí, duele. Esto es presente y no pasado.
No sólo se ha marchado un corazón sino dos, tres, siete, once...dejando tras de sí, cráneos cabizbajos, manos inquietas y pulmones exhalando.
Una ola de preguntas, el silencio por respuesta.
El hombre es un compuesto.
Y es que una parte tuya es mía, es la que me invita a suspirar y sollozar.
Y es que una parte mía es tuya, es la que te invita a la serenidad y calma.
Acabó la tertulia.

"La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo."

3 comentarios:

vicho dijo...

Habrá que organizar otras tertulias. Inclusive a solas.

Siempre un gusto leerte Marlene.

Albert Ruíz dijo...

Siempre es un gusto leer tus lineas

Anónimo dijo...

bebita.