No quisiera que fuera esta noche y sin embargo, te escribo a través de ella.
Quisiera que fuera mañana o el día anterior pero no esta noche.
El presente agobiante. El presente que desespera dentro de su inmovilidad. El presente estático con un silencio que nos condena. El presente es esa espera involuntaria.
Me alejo de esta noche. Me voy allá a las ramas que trozábamos durante nuestras caminatas; a los animales que rehuían del lente, volaban lejos de ti mientras yo me acercaba rodeando tu cintura. Me voy a ese universo creado, aislado de todas las proximidades. No quisiera que fuera esta noche porque el hoy no se asemeja al hoy.
Me inclino hacia el futuro. Lo diviso desde este extremo del despeñadero. Lo admiro lleno de deseos y anhelos, lleno de dichas y manos ensambladas. Un porvenir yuxtapuesto. El futuro pretendido. El futuro es esperanza.
Carece de sentido el hoy, sumergido en repeticiones diarias e invariables. El presente es un desierto en una fría noche, es una lágrima negra, es una cruz. Vendrá la aurora, el viento soplará a nuestro favor.
Mientras tanto, yo te espero mi amor. Mientras tanto, sólo recuerdo y sueño recostada aquí en la penumbra pensando "No quisiera que fuera esta noche".
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