domingo, 3 de junio de 2018

Domingo de Junio

Así dejábamos pasar el domingo. 

En este pequeño lugar alejado y atemporal: un refugio ante el exterior. Haciendo de todo y nada, sumidos en nuestro ritmo y tiempo. Nos turnábamos para tomar la fría lata de cerveza del refri o para preparar el té que inundaba de aromas frutales el espacio. Tumbados en el sofá, el gato venía a instalarse entre nosotros, celoso de caricias. Traíamos de vuelta viejos recuerdos, señalando curiosidades, leyendo algún verso que encontráramos, tarareando precariamente alguna canción, imaginando posibles escenarios o entrelazados en un abrazo abismal: las actividades acostumbradas. Observábamos nuestras siluetas, apenas iluminadas por la lamparilla del buró, tratando de hacer memoria y recordar cada lunar, cada cicatriz, cada pliegue. De la nada, nos mirábamos y reíamos con una sonrisa franca, sabiéndonos afortunados cómplices.




Así dejábamos pasar el domingo. Extasiados, ensimismados, enamorados.

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