jueves, 2 de septiembre de 2010

Somnus

Al abrir los ojos decidía llamar y recitar (porque así debe de ser): 'Oye, tengo que contarte algo, anoche estuviste en mis sueños' quedando conforme y viviendo tranquila.

Sin embargo, a últimas fechas el monto de esa materia soñadora ha llegado a un límite tal que el diferenciar esta realidad con aquella se ha convertido en un reto de memoria, de rescate, de valientes.


Y, ¿Si los sueños dejaran de ser unas diminutas fracciones de segundo dentro de nuestra cabeza, productos del baile de medianoche?
¿Qué pasaría si tuvieran mayor consistencia?
¿Qué pasaría si dejaran de ser tan efímeros y fueran más corpóreos?
¿Qué pasaría si ese otro plano fuera tan 'sólido' como lo es éste?


Creer que ésta es LA realidad porque los sentidos lo gritan a voces, ¿y si nos engañaran? Ciegos de alma!


Un abanico de oportunidades para estar con personas que hace tiempo dejaste de tener contacto, algunas que ni siquiera están de este lado, lugares fabulosos a los cuales no tienes acceso...¿Por qué las posibilidades no pueden ser ampliadas? La limitación como autobarrera, balanza inclinada hacia el
sapiens.


Hay otros caminos para recorrer, varias vías en conjunción.
El espíritu soñador siendo liberado. La ola de la mutilación.



Talvez una parte del cuerpo se ha quedado dormida...

2 comentarios:

vicho dijo...

El mundo onírico es infinito, como nuestras mentes.
Y si de algo me he dado cuenta (hasta hace poco) y me resulta curioso, es que hasta en nuestros sueños seguimos siendo en esencia nosotros mismos, nuestros temores, reacciones, incluso nuestras mentiras, vamos.
Un abrazo querida Cyborg.

Moon Explosion5 dijo...

UN universo entero en nuestra cabeza, eso sí. Y si me gustaria vivir esos sueños mas realmente, aunque ya hubiera muerta varias veces... es curioso el caso de los sueños, todavia tengo dolores de unos sueños. Pero crearlos incincientemente eso es lo divertido, tanto que termina gustandonos.