miércoles, 14 de agosto de 2019

Cumpleaños


Madrugada de insomnio y lluvias torrenciales. Una vida de recuerdos que me ahogan. Se levantó el telón: ya no hay más.

Hoy era tu fiesta, éste era tu día. Hoy no hay banquetes ni deseos de una larga vida, pero la memoria es terca y se aferra.

El gran vacío en el pecho, el peso en el estómago y el dolor que se acumula y se eleva al cielo que tampoco ha dejado de llorar.

Mi corazón te recuerda y me gustaría verte bailar y cantar. Las velas, los rezos y las flores son el único consuelo.

Tu partida no tiene vuelta atrás. Lo sé. Me queda la tranquilidad de que te quise a tu hora y en el lugar preciso.

Del otro lado, aplauden y ríen en medio de una gran celebración. Allá en la vida eterna, festejan al que fue un gran abuelo y ahora un ángel mayor.

Te recuerdo, te lloro, te quiero.

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