Respira.
El tiempo parece ir a la deriva.
Las manecillas del reloj han perdido su ritmo.
El mundo va más lento.
Interrumpe tu rutina y alimenta tu alma.
Observa el vuelo de los pájaros y la agitación de las ramas.
Recuéstate e imagina la historia más fantástica sobre el blanco techo.
Escucha la intensidad que trae consigo el viento.
Platica hasta quedarte exhausto.
Comparte y vuélvete cómplice con los tuyos.
Colecciona momentos que sólo te pertenezcan a ti.
Toma los silencios con toda la dulzura que los integran.
Cuestiona el presente, el pasado y el futuro.
Abre la ventana.
Deja que el viento te despeine y llena tus pulmones hasta que los sientas explotar.
Siente la tristeza hasta lo más profundo de tu ser.
Muere amargamente inundado por lágrimas.
Percibe la felicidad renacer a través del atardecer.
Respira.
El ciclo está por renovarse.
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